El Everton se despidió de las tardes de sábado en Goodison Park con un desalentador empate 2-2 contra el descendido Ipswich, que mostró dos goles brillantes dignos de la magnitud de la ocasión.

Desafortunadamente para el equipo de David Moyes, uno de esos fue un disparo impresionante desde 30 yardas del visitante Julio Enciso, pero llegó después de un cabezazo de Beto y un remate curvado de Dwight McNeil que habían puesto a los Toffees por delante.

Sin embargo, el empate de George Hirst en el minuto 79 no estaba en el guion.

Esta fue la última salida tradicional a las 3 pm en 133 años de fútbol en el famoso estadio antiguo; la emotiva despedida contra Southampton dentro de quince días será un inicio al mediodía del domingo, antes del traslado la próxima temporada a Bramley-Moore Dock.

Los equipos fueron recibidos con serpentinas cayendo desde la parte superior de la grada principal.

Ese brillo se replicó en el marcador por dos equipos que solo tenían el orgullo por el que jugar, ya que el primer gol de McNeil desde septiembre, tras una larga lesión en su aparición número 100 con el Everton, fue superado por el magnífico disparo de Ensico.

Eso al menos les dio a los aficionados del Ipswich algo de qué hablar en su viaje de 250 millas de regreso a casa después de evitar la 22ª derrota de la temporada.

La fiesta previa al partido en las gradas, resplandeciente con pancartas y banderas que recordaban parte de la larga historia de Goodison, recibió un impulso cuando Beto remató de volea el centro con efecto hacia dentro de Charly Alcaraz en el minuto 26.

Sus oponentes le dejaron demasiado espacio tanto para recoger el balón tras la caída de Idrissa Gueye como para deslizarse entre los dos centrales y anotar su noveno gol de la temporada y el primero en dos meses.

La incapacidad del Ipswich para ocupar espacios frente a su área les costó nuevamente cuando McNeil se internó desde la derecha y lanzó un disparo feroz que engañó a Alex Palmer, quien cayó dentro de la portería mientras el balón pasaba junto a él.

Las celebraciones se silenciaron abruptamente justo antes del descanso cuando Enciso, que se deslizó fácilmente más allá de Gueye – 14 años mayor que él – lanzó un disparo perfectamente ejecutado que rozó el travesaño antes de pasar junto a Jordan Pickford.

El viernes, Moyes había expresado su interés en el codiciado delantero del Ipswich, Liam Delap, pero el internacional inglés sub-21, sustituido tras 67 minutos, no se ganó el cariño de los aficionados del Everton debido a su estilo físico, que fue abucheado en un par de ocasiones.

Aunque las esperanzas del entrenador del Everton de poder fichar a Delap parecen remotas en esta etapa, está mirando hacia el futuro con su equipo cómodamente en el puesto 13.

Tiene 14 jugadores que terminan contrato, ya sea de forma permanente o en préstamo, en el verano y dos de ellos – el delantero Dominic Calvert-Lewin, aquejado de lesiones, en su primera aparición desde enero, y el extremo del Leeds Jack Harrison – recibieron 15 minutos para impresionar.

Antes de que cualquiera de los dos pudiera tocar el balón, Hirst saltó más alto que Jack O’Brien para rematar de cabeza hacia abajo y superar a Pickford.