Graham Potter dijo que entendía la frustración de los aficionados del West Ham tras otra “noche incómoda” en el London Stadium.

Los Hammers se desplomaron en la segunda mitad contra sus rivales Tottenham en una demolición del derbi por 3-0.

Pape Matar Sarr abrió el marcador justo después del descanso y Tomas Soucek fue expulsado antes de que Lucas Bergvall y Micky van de Ven condenaran al West Ham a su séptimo partido consecutivo sin ganar en casa, su peor racha desde que se mudaron al antiguo Estadio Olímpico en 2016.

Y una vez más, el estadio estaba medio vacío con más de media hora por jugarse mientras el West Ham se desmoronaba ante otro rival londinense.

“La primera mitad fue pareja, tuvimos buenos ataques, buenos momentos, aspectos positivos para nosotros,” dijo un Potter cada vez más presionado.

"Pero en la segunda mitad cometimos un error que llevó al gol de la primera mitad, luego una tarjeta roja y el marcador se nos escapó, y fue una segunda mitad bastante incómoda."

"Cuando el marcador se escapó tan rápido, se puede ver que fue una noche incómoda para todos nosotros. Sentí empatía por los aficionados y los jugadores. Entiendo ese sentimiento. Tenemos que afrontarlo y ganar."

Soucek recibió una tarjeta roja directa por una entrada con las tachuelas hacia arriba sobre Joao Paulinha.

“No hubo intención, ni velocidad, pero cuando levantas el pie hay un problema potencial,” añadió Potter.

Mientras que toda la confianza que West Ham había ganado tras su sorprendente victoria 3-0 en Nottingham Forest se ha desvanecido, Tottenham – que jugaba su primer partido desde la salida del presidente Daniel Levy – se recuperó con estilo tras su derrota en casa ante Bournemouth.

"Creo que los primeros 15-20 minutos estuvieron igualados, pero realmente entramos en el partido, dominamos y creamos muchas buenas oportunidades", dijo el entrenador Thomas Frank.

“El fútbol trata de acercarse cada vez más y más. Estuvimos muy contentos de ver cómo entraba el gol después del descanso.”

"Fue una victoria muy buena y clara, y una buena actuación. Todos sabemos la importancia del partido para los aficionados y es un testimonio del grupo que no habíamos ganado aquí en seis años y hoy ganamos 3-0."

El Tottenham probablemente debería haber estado por delante en la primera mitad gracias a un cabezazo de Cristian Romero, pero el árbitro Jarred Gillett detectó un empujón dentro del área de Van de Ven sobre Kyle Walker-Peters y anuló el gol, sin que el VAR considerara oportuno intervenir.

El mediocampista lesionado del Tottenham, James Maddison, no estaba impresionado y escribió en X: "Honestamente, los árbitros y el VAR han tenido un comienzo de temporada absolutamente desastroso."

"Si ese gol es anulado por una falta, nunca más verás que se saque un córner sin que el árbitro pite por alguna infracción."

Frank añadió: "El gol anulado es claramente un gol. Un jugador del West Ham empuja a Micky contra Kyle Walker-Peters. Es claramente un gol que debe ser válido."