Lois Boisson se quedó sin energía cuando su increíble recorrido en el Abierto de Francia fue detenido por Coco Gauff.

Boisson de Francia, número 361 del mundo, causó conmoción en Roland Garros al convertirse en el primer invitado que alcanza las semifinales.

La joven de 22 años de Dijon demostró que podía estar a la altura al eliminar a la tercera cabeza de serie Jessica Pegula y a la sexta clasificada Mirra Andreeva.

Pero la número dos del mundo, Gauff, logró silenciar al público de París con una victoria serena de 6-1 y 6-2 para preparar una final contra la número uno del ranking, Aryna Sabalenka.

"Lois es una jugadora increíble y por el torneo que ha tenido, ha demostrado que es una de las mejores jugadoras del mundo," dijo la estadounidense.

"Espero que tengamos muchas más batallas en el futuro, especialmente aquí. Hoy simplemente fue mi día."

“Sabía que el 99 por ciento del público estaría a favor de ella. Cuando coreaban su nombre, en mi cabeza solo coreaba el mío, para motivarme.”

Fue una semifinal de Grand Slam con enormes contrastes: las ganancias en la carrera de Boisson antes de este torneo sumaban poco más de £100,000, mientras que Gauff, un año menor, ha acumulado casi £18 millones.

Sin embargo, Boisson estará al menos £580,000 mejor después de su quincena de trabajo en la capital francesa.

También puede consolarse con un ascenso en el ranking de 296 puestos hasta el 65 – ha pasado de ser la número 24 de Francia a la número uno – y es probable que reciba una invitación especial para Wimbledon.

Gauff, subcampeona del Abierto de Francia en 2022, abrió una ventaja de 4-0 antes de que la mayoría de los espectadores del Court Philippe-Chatrier volvieran a tomar asiento – presumiblemente habían ido a tomar una bebida o dos – tras la victoria de tres sets de Sabalenka sobre Iga Swiatek.

Los fuertes golpes de derecha con mucho topspin, que anteriormente habían sido efectivos contra cinco jugadoras, no estaban funcionando, y aunque consiguió recuperar el quiebre al inicio del segundo set, Gauff rápidamente sofocó la pequeña revolución francesa.

La victoria se selló en una hora y nueve minutos para romper los corazones franceses, mientras que Gauff tendrá una segunda oportunidad de gloria en París el sábado.