Carlos Alcaraz hizo historia nuevamente al remontar desde dos sets abajo y salvar tres puntos de partido para vencer a Jannik Sinner y defender su título del Abierto de Francia en la final más larga en la historia de Roland Garros.

El español mostró reservas increíbles de energía y fuerza de voluntad para ganar un maratón de cinco horas y 29 minutos y negar al número uno del mundo, Sinner, un tercer título consecutivo de Grand Slam.

Fue la primera vez en su carrera que Alcaraz remontó un déficit de dos sets, y así logró su quinto título de Grand Slam exactamente a la misma edad que su ídolo Rafael Nadal, con 22 años, un mes y tres días.

Alcaraz ha ganado ahora las cinco finales de Grand Slam que ha disputado, y esta fue la primera que se jugó entre dos jugadores nacidos en este siglo.

También fue la primera final de Grand Slam entre las dos jóvenes superestrellas del tenis masculino, los mejores jugadores del planeta, que ahora han compartido los últimos seis títulos importantes.

Y es una que pasará a la historia como un clásico indiscutible, una final para la eternidad, un espectáculo de alta calidad y sin restricciones que terminó 4-6 6-7 (4) 6-4 7-6 (3) 6-4 (10-2) a favor del hombre de Murcia.

Alcaraz dijo: "Este fue el partido más emocionante que he jugado hasta ahora, sin duda alguna."

"Creo que el partido tuvo de todo, momentos realmente buenos, momentos realmente malos. Estoy muy, muy feliz. Estoy orgulloso de cómo manejé todo hoy."

"Quiero decir, no fue fácil. El primer partido en el que remonté estando dos sets abajo. Creo que fue en una mejor ocasión hacerlo en la final de un Grand Slam."

El italiano Sinner, con una racha de 20 victorias consecutivas en los Grand Slams, parecía seguro de añadir el título de Roland Garros a sus coronas del Abierto de Estados Unidos y del Abierto de Australia cuando se adelantó dos sets.

Había perdido sus cuatro partidos anteriores contra Alcaraz, el más reciente en la final de Roma el mes pasado, su primer torneo después de cumplir una suspensión de tres meses por dopaje.

Unos golpes imprecisos de Alcaraz le dieron un quiebre a Sinner en el primer juego del tercer set, pero quizás la falta de partidos tras su ausencia obligada comenzaba a notarse, ya que el campeón del año pasado recuperó el déficit para forzar un cuarto set.

Eso puso fin a una racha de 31 sets consecutivos ganados por Sinner en torneos de Grand Slam, que se remontaba a la cuarta ronda del Abierto de Australia.

Alcaraz se ha salido de apuros en partidos importantes antes, pero ninguno tan ajustado como encontrarse enfrentando tres puntos de campeonato con su propio servicio.

Pero se recompuso en la línea de fondo, respiró hondo y sacó con nervios de acero, salvando los tres puntos de quiebre antes de recuperar el servicio para forzar un desempate y, posteriormente, un set decisivo.

Sinner nunca antes había ganado un partido que durara más de cuatro horas, principalmente porque rara vez tiene que hacerlo, pero estaba bebiendo jugo de pepinillos en el cambio de lado para intentar encontrar más energía.

Pero Alcaraz, tras conseguir una rotura temprana, sirvió para ganar el set, solo para que Sinner de alguna manera alcanzara una dejada increíble y empatara nuevamente un partido lleno de altibajos.

Se necesitó un desempate a 10 puntos para separarlos, un duelo al atardecer para decidir al campeón, y para entonces Alcaraz ya estaba concentrado.

Un ganador glorioso, un globo corto y una volea, junto con algunos golpes erráticos de Sinner, le ayudaron a tomar la delantera, y un último y espectacular golpe de derecha selló una victoria increíble.

Sinner dijo: "Por supuesto, estoy feliz de mostrar este nivel y contento con el torneo hasta ahora. Pero, obviamente, este resultado duele."

"No hay mucho de qué hablar en este momento. Pero, de nuevo, estoy contento con cómo estamos tratando de mejorar cada día y de cómo intento ponerme en este tipo de situaciones."

"Es un partido de muy alto nivel, eso seguro. Así que estoy contento de ser parte de esto. Pero sí, el resultado final duele."