Jack Draper no logró coronarse como el nuevo rey británico del Queen’s Club tras una derrota en tres sets ante Jiri Lehecka en la semifinal.

Lehecka se convirtió en el primer finalista checo desde Ivan Lendl hace 35 años tras una victoria de 6-4, 4-6, 7-5.

Fue una dura derrota para Draper en su tierra, con el número uno británico rompiendo su raqueta con ira y dañando una valla publicitaria digital mientras el partido se le escapaba.

Pero ha sido una semana exitosa para el joven de 23 años, ya que su avance hasta las semifinales le ha asegurado una siembra entre los cuatro primeros en Wimbledon.

“Significa mucho,” dijo Lehecka. “No te encuentras con un jugador como Jack todos los días, es un competidor increíble.”

Un mal juego de servicio al inicio, marcado por dos saques directos y una doble falta en punto de quiebre, finalmente le costó a Draper el primer set.

No tuvo ni una oportunidad con el saque de Lehecka, quien, también de 23 años, enviaba regularmente saques directos acercándose a las 140 mph.

En el segundo set, Draper comenzó a abrirse camino, con un impresionante revés cruzado con efecto que le ayudó a conseguir sus primeros puntos de quiebre.

Pero Lehecka repelió los cuatro para mantener el 2-2, mientras Draper comenzaba a mostrar una figura frustrada en la línea de fondo.

Con el cantante Jon Bon Jovi observando desde los asientos de lujo, la tensión se alivió brevemente con un estallido de su mayor éxito ‘Livin’ on a Prayer’ durante el cambio de lado.

Draper reapareció en un resplandor de gloria, un saque directo asegurando un juego en blanco antes de que un ganador cruzado igualara el partido.

Lehecka forzó un punto de quiebre en el 4-4, pero falló una volea tras un intercambio largo y tenso, y Draper sobrevivió.

Sin embargo, Lehecka se veía más fuerte y, tras un saque seguro, consiguió el quiebre para ponerse 6-5 con un impresionante golpe ganador de revés.

Draper destrozó su raqueta en un ataque de ira, lo que le valió una sanción, antes de que Lehecka rematara la faena para ganar en dos horas y siete minutos, asegurando que la espera de Gran Bretaña por un primer ganador en Queen’s desde Andy Murray en 2016 continúe.