Nicolas Jackson puso fin a su larga sequía goleadora para acercar al Chelsea un paso más a la Liga de Campeones con una victoria por 1-0 contra el Everton en Stamford Bridge.

Una exhibición dominante se coronó con el gol de la victoria anotado a mitad de la primera mitad, el primer tanto del delantero desde el 15 de diciembre, que terminó con confianza desde 20 yardas superando a Jordan Pickford como si hubiera estado marcando cada semana, mientras el entrenador suspendido Enzo Maresca observaba desde las gradas.

Las celebraciones animadas del italiano tras el gol de último minuto de Pedro Neto en Fulham hace una semana le valieron su tercera tarjeta amarilla de la temporada, pero su entusiasmo se sentirá justificado si, como parece cada vez más posible, el Chelsea llega hasta el final en la lucha por los cinco primeros puestos.

Esta victoria, que habría sido mayor de no ser por una actuación individual inspirada de Pickford, fue la tercera de Chelsea en cinco partidos de la Premier League y aseguró que terminarán el fin de semana en puestos de Liga de Campeones.

Dominaron prácticamente durante todo el partido. Al principio, Marc Cucurella se combinó por la izquierda con Noni Madueke, quien se lanzó hacia adelante y provocó la primera de una serie de paradas espectaculares de Pickford.

Romeo Lavia hizo su primera titularidad desde mediados de enero y en la primera mitad el Chelsea disfrutó de un control casi total del mediocampo como resultado, moviendo el balón con urgencia en el campo del Everton y mostrando una agresividad sin balón que se ha visto con poca frecuencia en los últimos meses.

Fue precisamente a través de ese acoso constante que se pusieron por delante. El despeje de Pickford puso a Beto bajo presión, y frente a su propia portería fue despojado del balón por la incisiva intervención de Trevoh Chalobah. Enzo Fernández recogió el balón en el minuto 27, lo pasó a Jackson, quien giró sobre sí mismo y dio un paso confiado hacia adelante antes de enviar un delicioso disparo al ángulo.

El Everton prácticamente no tuvo presencia ofensiva. Su única oportunidad en la primera mitad llegó en los minutos finales, cuando Abdoulaye Doucouré no logró conectar bien con el centro de Vitalii Mykolenko, enviando su cabezazo completamente desviado.

Pickford frustró a Madueke por segunda vez justo después del reinicio, desviando con el pie al poste cercano el disparo a corta distancia del extremo.

El propio portero del Chelsea, Robert Sánchez, había estado bajo críticas, considerado aún por algunos sectores de la afición local como demasiado errático para ganarse la titularidad o el control de su área. Recompensó la continua confianza de Maresca con una parada impresionante para detener a Beto a mitad de la segunda mitad, lanzándose a todo estirón hacia su derecha y poniendo una mano firme detrás del disparo potente del delantero.

Madueke y Pickford reanudaron para un tercer enfrentamiento, con el portero del Everton realizando la parada del partido para despejar el disparo raso y curvado de su compañero de equipo en Inglaterra, alejándolo de la esquina.

Jackson puso el balón en la red por segunda vez, pero fue anulado por fuera de juego después de que Pickford detuviera el disparo de Cucurella, luego Sánchez hizo su propia contribución a lo que había sido una excelente exhibición de portería para negar a Dwight McNeil.