Emma Raducanu sufrió más dolor a manos de Iga Swiatek al ser eliminada del Abierto de Francia.

La joven de 22 años fue una de las seis jugadoras británicas que avanzaron a la segunda ronda en Roland Garros, pero su participación terminó de manera brutal, 6-1 6-2, a manos de la cuatro veces campeona.

Raducanu, debutando en la pista Philippe-Chatrier, no parecía tener problemas físicos como los que tuvo en su victoria de primera ronda sobre Wang Xinyu.

Pero fue una actuación débil por parte de la ex campeona del US Open, quien ahora ha perdido los cinco encuentros contra Swiatek sin ganar un set.

La más reciente de esas derrotas aún estaba fresca en la memoria, una paliza de 6-1, 6-0 en el Abierto de Australia a principios de este año, y Swiatek amenazó con repetirlo cuando se llevó rápidamente el primer set.

Swiatek tiene el apodo de "Reina de la Tierra Batida" y está invicta en el torneo desde 2021, pero no ha llegado a una final desde París el año pasado y ha caído al quinto puesto del mundo.

Así que hubo al menos algunas pequeñas razones para el optimismo para Raducanu, quien soltó un grito de alivio cuando ganó su primer juego de servicio.

Pero su siguiente juego de servicio fue tranquilo, dando a Swiatek – que tampoco estaba jugando un tenis espectacular – un quiebre fácil.

Raducanu cometió un error terrible en un remate por encima de la cabeza que le regaló a Swiatek una ventaja de 5-1, y la jugadora de 23 años cerró el set con un saque directo.

La número dos británica sostuvo el saque al inicio del segundo set, al menos quitándose ese peso de Melbourne de encima, pero Swiatek ya había encontrado su ritmo y una ráfaga de golpes ganadores aseguró posteriormente un quiebre a cero.

Hubo momentos fugaces de esperanza, pero tres puntos de quiebre se fueron y el número de errores de Raducanu comenzó a aumentar de manera constante.

Swiatek volvió a romper para ponerse 5-2 y un ganador relámpago – su 31º del partido – selló una victoria contundente en apenas una hora y 19 minutos.