Jack Draper tuvo el pase más cómodo a la segunda ronda de Wimbledon cuando su oponente Sebastian Baez se retiró por lesión.

El argentino consultó dos veces al personal médico por lo que parecía un problema en la pierna derecha después de resbalarse al inicio del segundo set y se retiró cuando perdía 6-2, 6-2, 2-1.

Draper había estado en control desde el momento en que comenzó el partido en la Pista Uno y, aunque una salida corta en el calor podría haber parecido lo óptimo, el joven de 23 años dijo: "Quería jugar un poco más, para ser honesto."

"Sentí que estaba mejorando mi tenis un poco, estaba sacando bien. No es manera de ganar así y, por supuesto, le deseo a Sebastián la mejor recuperación."

"Estoy realmente deseando que llegue la próxima semana más o menos, va a ser genial. Me concentro en cada jugador a medida que llega. Tienes que tener respeto por cada uno de estos chicos."

Tal es el estatus de Draper ahora que es fácil olvidar que al alcanzar la segunda ronda ya ha igualado su mejor actuación en Wimbledon, con esta siendo solo su tercera victoria en SW19.

Cualquier resultado por debajo de los cuartos de final aquí sería considerado una decepción, y el cuarto cabeza de serie vio cómo un posible peligro en la tercera ronda fue eliminado antes de que siquiera saliera a la pista, ya que Alexander Bublik, en buena forma y a quien había perdido en Roland Garros, fue derrotado por Jaume Munar.

El próximo rival de Draper será el exfinalista Marin Cilic, quien puede ser una presencia en declive en el circuito a sus 36 años, pero probablemente ofrecerá un desafío mucho mayor que Baez.

El argentino apenas se quedó fuera de la siembra, pero es un recuerdo de los días en que los jugadores latinoamericanos evitaban jugar en césped.

El dinero en premios que se ofrece en los Grand Slams significa que saltarse el torneo por completo ya no es la opción preferida, pero Báez no ha ganado un partido a nivel de circuito en césped en dos años y no jugó ningún torneo preparatorio.

La única señal de nerviosismo temprano fueron dos golpes de derecha demasiado fuertes de Draper, pero eso no le impidió romper el saque de Báez en el juego inicial, y después de 26 minutos había ganado el primer set.

El ánimo del argentino no mejoró tras una dolorosa resbalón en el primer juego del segundo set, que fue seguido rápidamente por otro quiebre después de que Draper enviara un derechazo cruzado que provocó exclamaciones de asombro entre el público.

Aunque Báez se levantó rápidamente después de la caída, llamó al entrenador después del tercer y del quinto juego.

El joven de 24 años quizás podría haberse sentido tentado a rendirse antes debido a lo unilateral que fue el partido, pero, tras perder su servicio una vez más al inicio del tercer set, Báez estrechó la mano de Draper – quien perdió solo cinco puntos con su saque – y se retiró de la cancha.