Jannik Sinner insistió en que su desilusión en París es historia antigua mientras se prepara para enfrentarse nuevamente a Carlos Alcaraz en la final de Wimbledon.

Cinco semanas después de que el español salvó tres puntos de partido y remontó dos sets en contra en una épica final del Abierto de Francia que duró cinco horas y media, los grandes rivales se volverán a enfrentar en la Pista Central.

Sinner, quien se recuperó de la derrota yendo a su casa en el norte de Italia y compartiendo barbacoas y partidos de tenis de mesa con sus amigos y familiares, dijo con una sonrisa: “Creo que si tuviera mucho en la cabeza, no estaría en la situación de jugar otra final.”

"Estoy muy feliz de compartir nuevamente la cancha con Carlos. Va a ser difícil, lo sé. Pero lo espero con ansias."

Sinner derrotó de manera contundente a un Novak Djokovic físicamente comprometido en las semifinales, después de que el dos veces campeón defensor Alcaraz superara a Taylor Fritz para asegurar que uno de los dos ganará un séptimo título consecutivo de Grand Slam.

Es el tipo de dominio que lograron los tres grandes, Djokovic, Roger Federer y Rafael Nadal en su mejor momento, pero Sinner desestimó las comparaciones.

“No se puede comparar lo que hicieron los tres grandes durante más de 15 años”, dijo el joven de 23 años, que ha llegado a una cuarta final consecutiva de Grand Slam y puede convertirse en el primer italiano o italiana en ganar un título individual en Wimbledon.

“Seis Grand Slams en un año y medio. Aún no es tanto. Por supuesto, nos encontramos nuevamente en esta posición. Este es el segundo Grand Slam consecutivo en el que estamos en la final y nos enfrentamos, lo cual es genial desde mi punto de vista. Creo que es bueno para el deporte.

"Cuantas más rivalidades tengamos a partir de ahora, mejor será, porque la gente quiere ver a jugadores jóvenes enfrentándose entre sí. Estoy feliz de estar en esa posición, pero veamos qué pasa en el futuro. Si podemos lograr eso durante los próximos tres o cuatro años, entonces la gente podrá pensar en ello."

Sinner y Alcaraz se han repartido esos seis títulos, pero el español tiene la ventaja psicológica al haber ganado no solo en Roland Garros, sino también sus últimos cinco enfrentamientos.

De las nueve derrotas que el número uno del mundo, Sinner, ha tenido desde el inicio de 2024, más de la mitad han sido contra Alcaraz.

“No quieres ser predecible en la cancha, así que vamos a prepararlo de la mejor manera posible. Creo que cuando el partido y el ritmo son tan altos, también juegas mucho con tu instinto, o con lo que sientes en ese momento. Obviamente, además, la superficie es diferente.”

"Él es el favorito. Ha ganado aquí dos veces consecutivas. Está nuevamente en la final. Es muy difícil vencerlo en césped, pero me gustan esos desafíos. Me gusta enfrentarme directamente y ver qué puedo hacer y hasta dónde puedo llegar."

Alcaraz llega a la final con una racha de 24 victorias consecutivas desde abril, y no ha perdido en 20 partidos en Wimbledon.

Curiosamente, sin embargo, la última derrota que sufrió en SW19 fue contra Sinner en 2022.

Alcaraz ha quedado impresionado por lo que ha visto de su rival en estas dos semanas, diciendo: "Solo veo a Jannik jugando un gran tenis sobre césped. El movimiento sobre césped es lo más difícil de conseguir y lo más importante, al menos para mí.

“Y el movimiento que tiene Jannik sobre césped es increíble. Se desliza como si estuviera jugando en tierra batida con ambas piernas. Es simplemente increíble.

"Estoy bastante seguro de que va a sacar muchas cosas de la final del Abierto de Francia, que va a ser mejor. Va a estar mejor físicamente, va a estar mejor mentalmente."

Solo Bjorn Borg ha ganado el doble del Abierto de Francia y Wimbledon en años consecutivos en la era abierta, y Alcaraz no puede evitar sentirse animado por sus hazañas en París.

"A veces todavía pienso en ese momento", dijo. "Fue el mejor partido que he jugado hasta ahora."

"No me sorprende que me haya llevado al límite. Eso es lo que espero el domingo. Estoy emocionado por ello. Espero no estar cinco horas y media en la cancha otra vez. Si tengo que hacerlo, lo haré. Pero creo que va a ser genial."