Si a Rory McIlroy se le hubiera pedido que diseñara la preparación ideal para su último intento de ganar el Masters, seguramente habría sido idéntica a su temporada actual de 2025.

No contento con ganar el AT&T Pebble Beach Pro-Am en lo que llamó "una de las catedrales del golf", McIlroy también se llevó el Players Championship en otro famoso escenario, derrotando a JJ Spaun en una ronda de desempate en Sawgrass.

Sintiendo la necesidad de una última participación antes de Augusta, McIlroy se recuperó de un comienzo lento para terminar quinto en el Houston Open, mejorando su puntuación en cada ronda para lograr su objetivo de mantener lleno el "depósito de confianza".

Quizás solo el hecho de que Scottie Scheffler también encontrara su forma en Houston aseguró que el número uno del mundo y campeón defensor siguiera siendo el favorito para ganar su tercer título del Masters por delante de McIlroy, pero al norirlandés le importará poco eso.

Desde que ganó el Abierto Británico en 2014 para asegurar la tercera pierna de un Grand Slam de carrera, el único enfoque de McIlroy será reclamar su primera chaqueta verde para unirse a Gene Sarazen, Ben Hogan, Gary Player, Jack Nicklaus y Tiger Woods en haber ganado los cuatro títulos principales.

El jugador de 35 años ha terminado entre los diez primeros en seis de sus últimas diez participaciones en Augusta y estuvo en el último grupo en la ronda final en 2018, solo para luchar y terminar con un 74 en la última vuelta, quedando seis golpes detrás de su compañero de juego, Patrick Reed.

McIlroy comenzó la ronda tres golpes detrás de Reed, quien hizo bogey en el primer hoyo y no logró birdie en el par cinco del segundo hoyo. McIlroy tuvo un putt de águila desde cuatro pies en el mismo hoyo para igualar el liderato, pero falló y hizo bogey en dos de los siguientes tres hoyos.

Eso significa que su mejor oportunidad de ganar también sigue siendo su peor recuerdo de Augusta, es decir, cuando desperdició una ventaja de cuatro golpes en 2011 en un doloroso colapso en la última ronda.

Mientras McIlroy hará su decimoséptima aparición consecutiva en el Masters, Scheffler disfrutará del emblemático recorrido por Magnolia Lane solo por sexta vez mientras intenta desafiar las probabilidades y retener su título.

Woods, Nicklaus y Nick Faldo son los únicos jugadores que han ganado el Masters de forma consecutiva, ya que los campeones defensores tienen un historial relativamente pobre en tiempos recientes.

Scheffler quedó décimo al defender la chaqueta verde en 2023, mientras que Jon Rahm solo pudo terminar en el puesto 45 el año pasado. Dustin Johnson, Sergio García y Danny Willett no lograron superar el corte un año después de sus triunfos en el Masters.

Dado que no ha terminado peor que en el puesto 19 en sus cinco participaciones hasta la fecha, sería una gran sorpresa si Scheffler sufriera el mismo destino, especialmente después de su segundo puesto en Houston que señaló un regreso a su mejor forma tras algunos resultados relativamente decepcionantes.

El campeón del Abierto y ganador del US PGA, Xander Schauffele, también logró su mejor resultado de una temporada afectada por lesiones en su última participación, mientras que el campeón del US Open, Bryson DeChambeau, quien registró un 65 en la primera ronda en Augusta hace 12 meses, solo ha conseguido un top-10 en cuatro eventos del LIV este año.