Bukayo Saka cree que la lesión más grave de su carrera hasta ahora le ha dado una perspectiva más equilibrada de la vida, y le brindó tiempo para conocer a su nuevo cachorro cockapoo, Tucker.

El extremo del Arsenal ha admitido que inicialmente temía no volver a ser el mismo jugador después de sufrir una lesión en el isquiotibial contra el Crystal Palace en diciembre pasado, lo que le mantuvo fuera de acción hasta abril.

Sin embargo, el tiempo obligado alejado de la "cadena de producción" del fútbol le ha ayudado a ver el panorama general, mientras se prepara para cerrar la temporada jugando su primer partido con Inglaterra desde que Thomas Tuchel asumió el mando contra Senegal el martes por la noche.

“Pude pasar más tiempo con mi familia y hacer más de las pequeñas cosas en la casa a las que ni siquiera les hubiera prestado atención cuando estaba jugando,” dijo Saka.

"En ese sentido, fue bueno y he vuelto con una mentalidad un poco más equilibrada sobre el fútbol y la vida, y estoy tratando de balancearlos mejor. Definitivamente me ayudó mentalmente."

Saka también tuvo una nueva llegada para mantenerlo ocupado.

"Conseguí el perro mientras todavía jugaba, pero me lesioné y él llegó mientras yo estaba lesionado," dijo.

"Al principio fue un poco difícil porque es un cachorro y no podía regañarlo mucho. Fue una buena experiencia. Fue divertido. Se llama Tucker."

Saka dijo que también pasó tiempo leyendo, incluyendo un libro especialmente influyente llamado ‘El poder del ahora’, escrito por Eckhart Tolle y que le fue regalado por el entrenador asistente del Arsenal, Carlos Cuesta.

"(El libro trata) sobre no pensar en el pasado, no pensar en el futuro. Simplemente estar en el momento y siempre preguntarte '¿qué es necesario ahora mismo?'", dijo.

"A veces puedo pensar, 'oh, ¿voy a volver en la mejor forma?'. O, en el pasado, '¿qué podría haber hecho para prevenir la lesión?'."

“Pero todo eso no es necesario. Solo va a traer mala energía y negatividad a tu cuerpo.”

El momento de la lesión de Saka hizo que tuviera que someterse a una cirugía a las 5 de la mañana en la víspera de Navidad para poder regresar a casa a tiempo para el día de Navidad.

“Fue horrible. Fue el día antes (de Nochebuena) cuando tuvimos que decidir. Normalmente tienes más tiempo para tomar una decisión,” recordó.

“Pero como iba a ser Navidad, los cirujanos querían estar con sus familias, así que decidí en el momento que íbamos a hacer la cirugía. Luego fue decidir a qué hora y si yo iba a estar allí en Navidad. Obviamente, eso era lo último que quería.”

“Así que tuve que hacerlo a las 5 o 6 de la mañana en Nochebuena. Crédito al cirujano: se levantó temprano para hacerlo. Salí del hospital alrededor de las 3 o 4 de la tarde y fui a casa. El día de Navidad, fui a la casa de mi primo, pero llevaba un gran aparato ortopédico y muletas.”

Cuando le preguntaron cómo fue su día de Navidad, Saka dijo: "Tuve que hacer que me trajeran mis regalos. ¡No suena como lo peor!"

"Cuando todos se levantaron para ir al comedor, a mí me tomó unos 10 minutos llegar allí. Pequeñas cosas como esa. Fue muy doloroso levantarme y abrirme camino hasta allí."